A tan solo treinta minutos de Pasto y con una vía totalmente pavimentada y en excelentes condiciones, gracias al empuje y visión de nuestros gobernantes municipales, en la vía Oriente, tenemos la magnífica oportunidad de llegar a uno de los sitios más paradisiacos de Colombia: La Cocha o Lago Guamuez, cantada y vuelta poema por propios y extraños. Considerada como el refugio del Sol y cuna de grandes amores y romances que se tiñen de púrpura entre sus aguas cristalinas y vertidas de aguas nacidas y encaminadas en los Andes y el Amazonas.
Llegar al Lago Guamuez (La Cocha) es arribar al encuentro de emociones insospechadas, su solo vista nos conmueve elevándonos hacia sentimientos de amor, de paz, de reencuentro con la naturaleza, con el tibio y cálido deseo de ser ave “para recorrer en un instante” sus parajes vestidos de cielo y ensoñación. Y ya entre ella es posible admirar a su gente, encontrarse con el exótico paisaje que ha inspirado a artistas, músicos, poetas y pintores del mundo entero. Es famosa su gastronomía. Su trucha arcoíris que responde al más exigente de los paladares y está al alcance del bolsillo de todos sus visitantes.
En cuanto a infraestructura hotelera podemos afirmar y con conocimiento de causa que cuenta con los mejores hoteles, a la altura de los grandes de Colombia. Hospedajes y reservas naturales se disputan amablemente la visita de los turistas que embriagados de paisaje y emoción recorren cada uno de sus rincones mientras el viento helado y cálido besa sus rostros.
“La laguna de la Cocha (en quechua: qucha, ‘laguna’), también llamada lago Guamuez, consiste en un gran embalse natural de origen glacial, situado en el corregimiento El Encano del municipio de Pasto, departamento de Nariño, al sur occidente de Colombia. Es el segundo cuerpo de agua natural más grande del país, después del lago de Tota. En el año 2000, mediante el Decreto 698 del 18 de abril, Colombia inscribió a la laguna de La Cocha o lago Guamuez como humedal de importancia internacional dentro del convenio Ramsar, siendo el primero con esta calificación en la zona andina”. Al respecto podemos expresar nuestra satisfacción al ser considerada esta zona como un santuario de flora y fauna que permite la preservación de especies nativas que embelesan al visitante con su sola presencia y colorido.
La Isla de la Corota es sitio de obligada visita; senderos ecológicos que la atraviesan por todos sus costados permiten la contemplación de especies animales y vegetales únicas en Colombia y Latinoamérica. Para llegar hasta esta Isla se utiliza unas bellas y románticas embarcaciones pintadas de colores que se confunden con los rayos del sol y las nubes; se puede, igualmente, pescar trucha mientras se hace un recorrido emocionante y colmado de alegría. Sin duda alguna que los nariñenses podemos sentirnos orgullosos de contar con la imponente presencia de la Cocha o Lago Guamuez.
Artistas de la talla de Claudia de Colombia dejaron escuchar su voz para cantar emocionados a sus encantos y sensaciones. En Nariño es célebre la interpretación del dueto Arteaga y Rosero (Sindamanoy) que trascendió fronteras y despertó la admiración del mundo entero. Son muchos los grupos y artistas que han convertido a este escenario en motivo de sus canciones. “En sus riberas se asientan poblaciones de pescadores y agricultores, descendientes de antiguas culturas indígenas como los quillacingas, y es un lugar de referencia para otras de la zona como los kamsá, los kofán y los inga que la consideran aun un lugar sagrado. De las comunidades asentadas en sus orillas la principal es la vereda de El Puerto, característica por sus viviendas lacustres que atrae a los turistas y pescadores deportivos por la belleza del paisaje y la pesca de la trucha arcoíris introducida a mediados del siglo XX y que actualmente es el sustento de numerosas familias”.
Encuentra el visitante tiendas de artesanías elaboradas por los nativos de la región, por oriundos del Putumayo y por artistas consagrados que han hecho de La Cocha su sitio de residencia. Esta laguna es sagrada ancestralmente y en el mes de febrero de cada año se celebra un bello carnaval en donde se puede apreciar bellos barquillos engalanados para tal ocasión, en la noche se tiene la sensación de la presencia de estrellas entre sus aguas y el gemir de sus aguas preñadas de presencias y figuras míticas que parecen revivir la presencia de antiguos pobladores.
Visitar La Cocha es un imperativo de la belleza que existe en cada ser, un regalo que no nos podemos negar, una presencia que no podemos evitar y una magia que se esconde en cada corazón. Nariño los espera, La Cocha les tiende sus aguas para perpetuarse en su memoria.
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Pablo Emilio Obando Acosta
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