Protagonista de uno de los temas más exitosos de los 90, Fey arrasó con todo el mercado de habla hispana con una voracidad inédita. No existía fiesta donde su canción no sonara al son de su coreografía. Si "Macarena" fue el himno español, "Azúcar amargo" lo fue de México. Record de venta en tierras aztecas, conquistó al monstruo de Viña del Mar con su larga cabellera, infinita sonrisa y pañuelo en la muñeca. Pero su carrera no fue escrita por Walt Disney y la vida de esta princesa que en cada show irradiaba felicidad, se apagó. No hubo ningún villano, sino el síndrome de no superar un ilógico e inesperado éxito. Tierna la noche quedó en la gloria como "el disco pop mexicano" y la bella María Fernanda Blázquez Gil en un constante resurgir, por el momento, sin suerte.
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